En la ruta de hoy volvemos a Collformich mi hermano y yo, para hacer la siguiente ruta que veremos a continuación visitando los siguientes lugares:
Font Freda
Font de la Rosa
Matagalls
Sant Miquel dels Barretons
Sant Segimon
Font de Sant Miquel dels Sants
Creu de Collformich
Después de subir unos cuantos de metros,
se puede ver todavía el restaurante de Collformich.
Ya se divisa la cruz de Matagalls
La font Freda, o la del Collet dels Llops,
según qué mapa se mire.
según qué mapa se mire.
Jaume Llucià Balmes i Urpià (Vic, 28 de agosto de 1810 a 9 de julio de 1848) fue un filósofo, teólogo y clérigo católico catalán.
Hace pensar en cuánta gente sabe hoy que Balmes es algo más que un nombre de calle o de instituto de enseñanza.
Font de la Rosa
Situada en la cabecera del torrent dels Rentadors, justo debajo de la font Freda. Patrocinada por la vila de Tona en 1980, está dedicada a Mossèn Joan Colom i Grau, gran amante de las montañas, profesor de retórica y de Historia de la Literatura, rector de la población de Tona durante casi 30 años, desde el 1.955 al 1.983 y poeta dels Aplecs.
Se trata de un muro longitudinal de piedra. El caño de la fuente es una bonita rosa de acero y la pila un largo tronco vaciado. En el muro de piedra hay dos pergaminos metálicos, uno de ellos con un poema del homenajeado Joan Colom.
Ya estamos en la Cruz del Matagalls.
La Cruz del Matagalls (documentada ya en el año 1614) es un vértice geodésico situado a 1.697 metros de altura, y a pesar de ser la tercera cota del Montseny, después del Turó de l’Home y Les Agudes, es uno de los mejores miradores, ya que, en días claros la panorámica se extiende desde el mar hasta el Pirineo, sin olvidar otras zonas como la sierra de Montserrat y sus entornos.
LA CRUZ DEL MATAGALLS
Desde época muy antigua ya había sido plantada la Cruz en el Matagalls. No se sabe cuando ni quien la plantó, sólo que existía. Aunque más que de Cruz se puede hablar de «lugar de Cruces», porque la Cruz se renovaba a lo largo de los años, cuando se caía por vieja o dañada por los rayos.
He leído, ahora no recuerdo donde, que esta Cruz primitiva a menudo se caía por rayos o por las inclemencias del tiempo, y la gente se cuidaba de volverla a replantar. A la acción de los elementos naturales, a veces se juntaría la malicia de los hombres para hacerla caer.
Es fácil que en tiempos de guerras, luchas y revoluciones, que de 1808 a 1840, la cruz se hubiera caído.
No quedan datos de la existencia de la Cruz de Matagalls de aquella época.
El Dr. Antoni Pladevall hizo un descubrimiento (Monografías del Montseny, 1 pág.72). Allí estudió una escritura del notario Vic Onofre Calvet (Curia Ahumada, Man. De 1614 a 1619, fol. 35) que hablaba de la cruz del Matagalls. Como el documento es del 10 de agosto de 1614, cabe deducir que ya en aquella fecha existía la cruz de Matagalls. Montaña que entonces tenía dos nombres particulares, de Matagalls y de Autora.
Sin dudar del valor documental del texto, no se puede acompañar de otros textos paralelos, que siempre podrían aportar pequeños detalles que ampliarían la noticia.
Mosén Claret plantó la Cruz de Matagalls el verano de 1850. La deja a los catalanes como recuerdo de todas las misiones que había predicado.
Signo de amistad cuando nos dejó para ir a Cuba.
Continuamos dirección a Sant Segimon.
Sant Miquel dels Barretons.
Modesta capilla situada a pocos metros del santuario de Sant Segimon. Fue construida probablemente en el siglo XVI por el ermitaño Miquel, procedente de Borgoña, atraído por la leyenda de Segimon, quien le dio el nombre de San Miquel. Se accede por un empinado sendero que sale junto al santuario de Sant Segimon o, de una manera más sencilla, desde el coll Saprunera. Es de estructura rectangular con dos vertientes. En su interior se construyó un banco de piedra en el lado norte y no tiene imaginería. Según la leyenda el nombre Barretons viene por el hecho de que los romeros en la capilla mejoraban el dolor de cabeza cuando dejaban el sombrero en la capilla como exvoto.
Sant Segimon
Santuario situado en la ladera del Matagalls,
dentro del término de Viladrau (Osona).
Se encuentra a 1230m alt. Dice la tradición que fue construido en el lugar donde hizo penitencia entre el 516 y el 520 Sant Segimon, rey de Borgoña.
Consta documentalmente en 1290 como capilla hecha en una cueva.
Estuvo regida por ermitaños los s. XIV al XVIII. Entre los años 1640 y 1782 se construyeron las edificaciones que forman el actual conjunto de la iglesia y la hospedería, y se abandonaron las antiguas, adosadas al peñasco.
Fue secularizado por la desamortización (1837).
Era abierto del 30 de abril al día de Todos los Santos.
Durante el invierno los ermitaños habitaban en la capilla de Santa María de la Erola, cerca de Can Gat. Marià Pidelaserra residió algunos meses de verano de 1903 y pintó su famosa serie puntillista. No tiene culto desde 1939 y se han parado los trabajos de restauración emprendidos entre 1959 y 1961.
Font de Sant Miquel dels Sants
Fuente dedicada al patrón de Vic, situada en el camino de Sant Segimon, justo debajo del Turó de Collsaprunera. Pasado el santuario y el Coll de las Tres Cruces, debemos caminar unos 400 m. hasta encontrar la fuente a pie de pista. Desde la fuente de Sant Miquel dels Sants podemos continuar por la pista hasta el Sot de las Estelles para ver la fuente de los Manllauencs, de la Sardana y Clareta.
Sant Miquel dels Sants, nacido con el nombre de Miquel Argemiri Mitjà (1591 -1625) fue un sacerdote trinitario descalzo de Vic. De pequeño huyó dos veces de la ciudad para ir a retirarse a hacer vida eremítica, tomando el camino del Montseny, pero fue encontrado por su padre y devuelto a casa.
Sant Miquel dels Sants llevó una vida de oración y penitencia, provocando la admiración por su fervor religioso. El exceso de modestia hacía que no quisiera predicar, y sólo lo hizo habitualmente a partir de los treinta años, como Cristo.
La fuente fue patrocinada por el Avi Ton y los Vigatans en 1966, aunque el padrón de la fuente lleva la fecha 1 de mayo de 1950.
De joven el futuro santo estudió en Alcalá, Baeza y Salamanca. En 1615 fue ordenado sacerdote en Portugal, el 1622 fue Superior del convento de Valladolid, que gobernará con grandes dotes y respeto por la regla y los otros frailes.
La Fuente de San Miguel de los Santos siempre mana en gran cantidad. Es muy agradable en verano de acercarse por el camino de Sant Segimon y sentir de
lejos el ruido del agua, mientras empezamos a hacer la boca agua pensando en refrescarnos por el calor de la excursión.
La Cruz de Collformich fue erigida en 1913 por los vecinos de Vic, gracias, principalmente, a la campaña del escritor Lluis Bertran Nadal i Canudas que consiguió que el Pleno del Ayuntamiento de Vic aprobara la instalación el día 9 de abril de 1913.
El monumento dispone en la parte inferior una placa exenta fijada en la base, encontrando la siguiente inscripción:
Pregueu germans per les víctimes inhumanament sacrificades per una partida carlista en aqueix terme de Collformich los dies 10 y 11 de janer del any 1874
Un poco de historia de este lugar:
La tercera guerra carlista (1872-1876) que tuvo mucha incidencia en la comarca de Osona, y especialmente en la ciudad de Vic, que fue sitiada por las tropas carlistas desde el verano de 1873 hasta el 8 de enero de 1874, fecha en que el ejército de Rafael Tristany i Parera, jefe del ejército carlista enterrado en Ardèvol, comenzó un intenso ataque. Algunos vigatans liberales y voluntarios de Roda de Ter y Centelles huyeron hacia la zona de La Castanya, El Brull y Collformich, pero una columna carlista, encabezada por el cabo Ramon Villa de Viladrau, los interceptó y los fue matando por la montaña. Como tenían órdenes de no hacer prisioneros, un numeroso grupo de los liberales fue conducido a Collformich y, tras recibir confesión, fueron fusilados. Algunos de los cuerpos fueron tirados en uno de los pozos de hielo de la zona. Eran los días 10 y 11 de enero de 1874. Algunas fuentes hablan de 50 víctimas pero la mayoría elevan el número a 110. Al cabo de un año, concretamente el 18 de enero de 1875, la ciudad de Vic rindió un homenaje con un solemne funeral a las víctimas del asedio carlista, incluidas las de Collformich.
Pero la historia de estas víctimas aún no finaliza. El 4 de marzo de 1879 una comisión de concejales y vecinos de Vic, formada por unas 18 personas, llegó hasta Collformich para recuperar los restos. También recogieron unos 8 o 9 cuerpos enterrados en el cementerio de La Castanya y 3 en el pueblo de El Brull. El traslado se hizo con seis mulos, cargados con cajas de plomo recubiertas de madera. Fueron depositados temporalmente en un nicho del cementerio de la población de Seva, hasta que Vic hubiera finalizado el panteón que estaba construyendo. El 29 de enero de 1883, otra comisión de Vic recogió los restos para llevarlos, finalmente, al cementerio de Vic.
Hasta la próxima ruta....
