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Andar, es una buena manera de hacer deporte y salir de la rutina diaria, para llegar a lugares en los que la mayoría de las veces merece la pena el gran esfuerzo realizado y el cansancio, para ver esos paisajes, cuevas, ermitas, y muchas otras cosas, que nos ofrece este planeta en el que vivimos.

domingo, 29 de abril de 2012

- Ruta desde Coll d'Estenalles a Mura y Puig de la Balma 29/04/2012

Hoy también hemos dejado el coche en Coll d'Estenalles, pero hoy tomaremos un camino con dirección a Mura.


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Esta zona es muy bonita por sus vistas, como se puede ver en esta foto panorámica de abajo.


Nos encontramos una indicación de que hay una fuente. Y como no esta muy lejos, vamos a verla.



Algunas veces el camino es muy malo como se ve aqui.



Ya estamos en la fuente.







Después de salir de la fuente nos encontramos una piedra en el suelo escrita indicando un avenc.



Tiene 10 metros de profundidad.
No he encontrado información sobre este avenc.






Y continuamos hacia Mura.






El Roble del Viento.


Arbol con unas ramas grandiosas






Nos encontramos con esta pequeña cueva con la imagen de la última cena de Jesús.











¡Porque no subir...!




Ya se ve el pueblo de Mura



Debajo de esta pasarela de madera, hay muchos renacuajos.










Fuente de la Era.
Es la más visitada por su proximidad al centro del pueblo. El nombre se debe a la era que hay justo delante, la era del Llobet, donde antiguamente la gente del pueblo iba a trillar el trigo.
La fuente esta situada en un espacio de ocio, donde una mesa circular de cemento y varios bancos de cemento y madera permiten descansar y disfrutar de un picnic o comida familiar.

Año 1792.




 Mura.
La primera noticia que se tiene de su existencia data del año 978. Alrededor de la iglesia de Sant Martí, ya documentada el año 1088 empezaron a levantarse las primeras casas de este pintoresco pueblo que aún hoy en día conserva todo su encanto medieval.
Históricamente, el trabajo en el campo era la principal dedicación de sus gentes; especial importancia tuvo el cultivo de la uva, que a partir del siglo XVIII desplazó las formas más tradicionales de agricultura. Ésta era una tarea especialmente ardua dada las características montañosas del terreno, solventadas en parte mediante la construcción de lagares entre las viñas, los cuales se utilizaban para la prensa y fermentación de la uva. Ya entrado el siglo XIX, la filoxera acabó con los viñedos y provocó un importante descenso de la población.
Otra tarea importante, hasta mediados del siglo XX, fue la elaboración de carbón vegetal, hasta el momento en que la energía eléctrica determinó su desaparición.
Desde entonces, sus gentes se dedicaron a otra clase de trabajos en consonancia con los nuevos tiempos. Así, se instaló una fábrica textil a principios del siglo XX, la cual estuvo en funcionamiento hasta el año 1964. Lógicamente, el cierre de ésta, tuvo importantes consecuencias socio-económicas en la vida del pueblo, determinando la emigración de la población hacia las ciudades industriales o hacia poblaciones vecinas. Desde entonces, la fisionomía de Mura se ha ido transformando hasta convertirse en un pueblo con gran número de segundas residencias, sentando las bases para una tradición turística en potencia.
Precisamente, para con los nuevos trabajos e ingresos devengados del turismo, resultó muy relevante la creación del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, en el año 1972. Desde entonces aumentó el número de turistas y visitantes. A nadie se le escapa que, como ocurre en otros muchos municipios de Catalunya, el turismo podría garantizar el futuro del pueblo y su núcleo poblacional.




Iglesia de San Martí.

Se trata de un edificio románico de tres naves: la primera construida en el siglo XI; la nave principal del siglo XII y una tercera nave que se añadió al conjunto en 1697. Fue también el siglo XVII cuando se construyó el campanario.
De la primitiva nave aún se conserva la cabecera. Es de forma rectangular, rematada con dos ventanas. Está decorada con un friso lombardo en su fachada norte. En la oeste se sitúa una sencilla puerta. La nave está dividida en dos tramos; el primero tiene cubierta de bóveda de medio punto y el segundo bóveda apuntada. Los tramos están delimitados mediante un arco toral.
En 1437, un terremoto afectó de forma importante al edificio. Se realizó una reforma durante la que se suprimieron los arcos que servían de unión entre la nave central y la románica. En su lugar se construyó una única arcada adovelada. Además, se reconstruyó la cubierta de la nave central.
El ábside de la nave central es semicircular y está decorado, tanto en su parte interior como en la exterior, con arcuaciones. Seis arcadas, en grupos de dos, decoran el ábside exterior. En algunos de los capiteles las decoraciones presentan motivos florales y geométricos. En otros aparecen representadas imágenes de la vida de San Martín. En el interior presenta tres hornacinas en las que se sitúan tres ventanales de gran tamaño, enmarcadas por arcos adovelados. Está cubierto con bóveda de medio punto.
Destaca la portalada de la nave principal, en la que se pueden ver arquivueltas soportadas por columnas. Estas están rematadas por capiteles. En el tímpano aparece representada la Adoración de los Reyes Magos. En el centro puede verse la figura de la Virgen María con el Niño en su regazo. A su lado aparece San José y una mujer que representa a la comadrona. Las figuras de los Reyes Magos están presentando sus ofrendas al infante. Aparecen también dos ángeles que portan unos incensarios y la estrella de Belén. Quedan algunos restos que hacen pensar que el dintel era policromado. Se encuentra en muy buen estado de conservación.







Ahora nos dirigimos a Puig de la Balma.











El Puig de la Balma no es exactamente una masía, sino más bien un "Conjunto Histórico-Cultural de Agroturismo". Por una parte este conglomerado de edificios (que ha ido creciendo desde la original edificación del siglo XII completamente construida en la roca), se ha convertido en un importante testimonio de la vida rural catalana y de los diferentes episodios de la historia del país. Hasta aquí se han acercado diversos cronistas y documentalistas que se han interesado por su riqueza patrimonial, así como varios cineastas que han rodado escenas de películas históricas como "Bruc", que protagoniza Juan José Ballesta (El Bola) o "Pa negre", que ya se ha estrenado en cines. Pese a todo, los propietarios no reciben subvención alguna para mantenerla y su conservación depende en gran medida de las aportaciones privadas. Como visitantes, podemos colaborar pagando la entrada del pequeño museo que alberga. En las diferentes estancias que lo componen, las más antiguas del conjunto, podremos recrearnos contemplando nuestro pasado y deleitarnos con la curiosa imagen de la roca penetrando en las habitaciones. Un sinfín de herramientas agrícolas y enseres domésticos salpican el museo, por donde pareciera que no ha pasado el tiempo.






















 Dejamos Puig de la Balma y volvemos a Mura.





Hay una zona de barbacoas para poder pasar el día.



El Moncau de fondo.
Ya estamos en Coll d'Estenalles para coger el coche.