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Andar, es una buena manera de hacer deporte y salir de la rutina diaria, para llegar a lugares en los que la mayoría de las veces merece la pena el gran esfuerzo realizado y el cansancio, para ver esos paisajes, cuevas, ermitas, y muchas otras cosas, que nos ofrece este planeta en el que vivimos.

domingo, 13 de enero de 2013

- Ruta desde el Cami dels Monjos, Canal del Dalmau, Castellasa de Can Torres, Lucky Txei, Canal Gentil 13/01/2013



Ver Ruta en un mapa más grande.


Hoy como otros días dejamos el coche, en el parking que esta en la calle del Cami Moliner. Este es el que esta al lado del Cami dels Monjos. Pero hoy solo lo cogeremos unos metros para dejarlo justo cuando nos encontramos el cartel que nos indica su nombre, por otro camino que sale por la derecha.
Hoy veremos la Castellasa de Can Torres de cerca, que otros días la veíamos de lejos.

Canal del Dalmau
Castellasa del Dalmau
El Bolet
Castellasa de Can Torres
Lucky Txei
Canal Gentil

Iniciamos la ruta siguiendo este camino nuevo de hoy.


Hoy el día no nos acompaña mucho. Hace mucho aire, frío y algo de niebla.


Al fondo a la derecha, se puede ver la Castellasa de Can Torres.















La Castellasa de Can Torres vista desde abajo.



La Castellasa como fondo.










Llegamos a la Canal del Dalmau.


Tiene algunos tramos malos para poder subir, pero eso no es nada con lo que nos espera mas adelante.


Hay que cogerse a todo lo que tenemos a mano, 
para poder ir subiendo y no resbalar.





He tenido que cambiarme los guantes por estos de piel para no pincharme con  las zarzas al cogerme a ellas.


Ya llegamos a la parte alta del Canal.
Ahora estamos en la Castellasa del Dalmau.


Después de pasar la canal, hacemos una pequeña parada para reponer fuerzas debajo de este árbol que tenemos el la foto de abajo.


Aquí se puede ver la Castellasa del Dalmau y lo que la rodea.


Una vista de de el Cingle de la Trona, desde la Castellasa del Dalmau.


Otra vista del Cingle de la Trona.


 Encima de la Castellasa del Dalmau, con la otra Castellasa de fondo.


La Castellassa del Dalmau (738m.) es una gran roca alargada, que va de sureste a noroeste, y que tiene una cima llana y boscosa. 
A unos 700 metros de separación hacia el sur se encuentra la otra Castellassa, la de Can Torres, más pequeña, pero con un pico más espectacular, más llamativo, y vinculada a algunas de las leyendas más populares de Sant Llorenç del Munt. 
El primer documento escrito sobre la Castellassa del Dalmau es un pergamino redactado en latín el 26 de marzo del año 960. Llama Castelle Azaña a la Castellassa. En su libro "la Castellassa de Can Torres: historia, tradición y leyenda", Oscar Masó incluye una traducción de este primer texto, que se encuentra en el archivo de la Corona de Aragón: 
Inicialmente se consideró que Castelle Azaña se refería al Castillo de Rocamur, pero más adelante se descubrió que realmente hablaba de la Castellassa del Dalmau. 
El Oscar Masó también hace referencia a documentos posteriores que muestran la evolución de la toponimia o las diferentes designaciones que se usaban inicialmente. 
-26 De marzo de 960: Castelle Azaña. 
-21 De marzo de 988. Kastell Azaña. 
-19 De julio de 997: Castel de Ecano. 
-2 De mayo de 998: Castello Eizano. 
-19 De enero de 1055: Castellacan. 
-9 De octubre de 1087: Kastellacà. 
Posteriormente, en nombre de Castellassa se le añadió "del Dalmau" dada su proximidad a la histórica masia del Valle de Mur. De esta forma, también se la diferenció del monolito del otro lado del hoyo de Matalonga.
Del conjunto de la Castellassa del Dalmau forman parte otras dos rocas. En la vertiente sureste tiene adherida la llamada Guaitanda de las Guineures y en el extremo noroeste se encuentra el Pajar o Palleret del Dalmau.
La Castellassa del Dalmau puede ser vista desde múltiples perspectivas según el camino de acceso que se siga. 



Al bajar de la Castellasa cruzaremos la canal del Tro, para coger el cami dels Maringes que nos llevara hasta la Castellasa de Can Torres.


Seguimos la ruta, para llegar a la otra Castellasa.



Camino marcado por rallas blancas y amarillas.



Ya la tenemos al lado.



Pasamos por debajo de el Bolet.



El Bolet a la izquierda y la Castellasa a la derecha.



Castellasa de Can Torres

La Castellassa de Can Torres es un gran monolito situado en la ladera sureste de Sant Llorenç de Munt, por encima de la cresta de la Isla y los baches de Matalonga y la Carda.
La Castellassa tiene tres cimas, conocidos como La Torre (835 m), La Cabreta (830 m) y la joroba (832 m). Su base tiene unos 90 metros de longitud, de noreste a noroeste, y una anchura máxima en el centro de 30 metros.
La Castellassa de Can Torres se ha convertido en una de las partes más bien documentadas del macizo de Sant Llorenç del Munt y la Sierra del Obac. El mérito es de Oscar Masó, que ha escrito dos buenísimas obras: "La Castellassa de Can Torres: Historia, Tradición y Leyenda" y "Descubriendo la Castellassa de Can Torres y sus alrededores"

El Nombre

El nombre de Castellassa proviene de un antiguo topónimo: Castelle Azaña, que ya se utilizó en un documento del año 930. Parece que inicialmente este término fue empleado para designar a la vecina Castellassa del Dalmau. Posteriormente fue utilizado para las dos rocas, añadiendo el nombre de las masías que cada una tiene más cerca. Una, el Dalmau, y la otra, Can Torres.
Pero la Castellassa también ha recibido otros nombres, como El Camello.

Los apasionados.

El pistoletazo de salida del excursionismo en la Castellassa de Can Torres tuvo lugar el 16 de enero de 1910. Aquel día hicieron una salida conjunta desde Sabadell hasta el monolito el Centro Excursionista del Valles y el Centro Excursionista de Cataluña. A partir de esa fecha, se multiplicaron las convocatorias.
La primera escalada a la cima de la Castellassa se realizó el 9 de septiembre de 1923. Fue protagonizada por tres miembros de la Juventud Terrassenca: Josep Abelló, Hans Weichsel y Martí Rovira.

Partes perdidas.

La Castellassa ha sufrido pequeños cambios a lo largo de los últimos años.
En la década de los cuarenta, seis escaladores de Sabadell dedicaron tres domingos a tirar al precipicio una de las losas de la cima de la Torre. Lo hicieron porque aseguraban que basculaba cuando alguien se ponía derecho y podrían  caerse.
No ha sido el único trozo perdido por la Castellassa. A principios de la década de los cincuenta, también desapareció, pero esta vez misteriosamente, una piedra negra que sobresalía unos 7 centímetros en la vía normal de escalada y que ayudaba a superar el paso más vertical. Los rumores dicen que el autor de este "atentado" fue un escalador que quería hacer más complicada la ascensión.
También se conocen pérdidas de partes de la Castellada pero debidas a hechos naturales.
Las heladas del invierno de 2005 agrietaron y hicieron caer un trozo de guijarro atravesado en el canal este del monolito, que es popularmente conocido como garbanzo.
El 7 de agosto de 2007 un rayo impactó en la cima y provocó una fractura en la roca, además de desfigurar el tramo final de la vía normal de escalada.
Esta vía también ha sufrido durante el siglo XX los efectos de la erosión. Hacia los año 20 tenía un rellano, que ha perdido dos metros de altura a lo largo de 80 años. En este periodo de tiempo los cambios que ha ido experimentando y que temporalmente originaron la formación de un "seta" que algunos compararon con la imagen de la Virgen. Pero la seta cayó dejando de nuevo un rellano, pero dos metros por debajo del original.

La Senyera.

Al igual que ocurrió con otras cimas, como el Cavall Bernat, durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) se subió a la Castallessa banderas reivindicativas. La primera se puso en la roca conocida como las Monjas, pero la policía logró retirarla después de ocho días de intentarlo. Inmediatamente se plantó una segunda bandera a una roca más alta. Las fuerzas de seguridad ya no se atrevieron a escalar allí, pero la destruyeron a tiros.

Los pesebres.

Desde la Navidad de 1966 el Centro Excursionista de Castellar del Vallès prepara y sube hasta la cima de la Castellassa un pesebre. Cada año se ha repetido siguiendo el mismo itinerario, con la excepción de 1971, cuando el pesebre se llevó a la cima de las Agudes, en el Montseny.

La gran leyenda.

La Castellassa de Can Torres es la protagonista de una de las grandes leyendas de Sant Llorenç del Munt, sobre la Ermita de las Arenas. El año 1645 un pastor, que cuidaba su rebaño al pie del monolito, intentó trepar hasta uno de sus cimas. Lo consiguió, pero, una vez arriba, se dio cuenta que era mucho más difícil la bajada que la subida. Corría el riesgo de sufrir un accidente mortal.
Muy angustiado rogó a la Virgen de las Arenas y le prometió que, si conseguía bajar sano y salvo, le haría llevar una nueva y potente campana.
 Según la leyenda, el pastor se quedó dormido y, al despertar, ya estaba en la base de la Castellassa, donde le había dejado la Virgen. Esta leyenda dio a la ermita una gran fama de milagrosa.


Aquí estoy en la misma base de la Castellasa.


Mariano en la base de la Castellasa.
Por la derecha hay un sendero que nos lleva al llamado "Mal pas de la Castellasa"


Después de andar unos 200m. aproximadamente siguiendo el camino del Maringes, llegamos al Lucky Txei.
El Lucky Txei es via ferrata de unos 40 metros de desnivel, equipada con grapas en todo el recorrido y sin cable de vida. Es aconsejable hacerlo con algunas medidas de seguridad para evitar los posibles accidentes. Al final del recorrido hay una encina y una campana pequeña para tocarla cuando se llega al final.

En la foto no se pueden apreciar las grapas, pero están...
Nosotros como no estábamos equipados para poder subir decidimos coger otro camino la "Canal Gentil"


Canal Gentil.


Una canal para utilizar los pies y manos, para trepar por ella.



Hay algunos puntos algo complicados como se puede ver...


La verdad es que no iría mal que hubiera algún 
cable para cogerte a el para poder ir subiendo.



Mariano haciendo el ultimo esfuerzo.


Aqui termina la aventura.
Hoy se puede decir que prácticamente hemos practicado la escalada, con las dos canales de hoy.

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